Por qué deberías tener un huerto urbano y como montarlo
Si vives en una ciudad, te sientes desconectado de la naturaleza y crees que no estás llevando una vida demasiado saludable, te proponemos una alternativa muy interesante: crear un huerto urbano.
No es tan difícil como imaginas y no necesitas ser un experto en jardinería para llevarlo a cabo. Tampoco requiere mucho espacio ni tendrás que dedicarle tanto tiempo como crees, así que no busques excusas para hacer algo que seguro cambiará tu vida por completo. En realidad es fácil de realizar y sólo requiere un poco de motivación, ganas de aprender y un poco de tu tiempo. A cambio obtendrás muchos beneficios, principalmente disponer de comida orgánica segura y de calidad, pero también el poder disfrutar de una actividad relajante y recuperar un poco el contacto que hemos perdido con el mundo natural.
Existen muchas formas de realizar un huerto urbano. Si no tenemos mucho espacio, podemos aprovechar lugares vacíos de la casa o incluso crear un huerto vertical o colgante aprovechando alguna pared, es cuestión de imaginación. Lo mejor es utilizar una terraza, un balcón o una azotea pero quizás tengas suerte y cuentes con un pequeño jardín o patio que te permitirá crear un huerto más grande. Otra posibilidad es juntarte con algunos vecinos y compartir un terreno; de esta manera convertirás el huerto urbano en una experiencia comunitaria.
¡Las posibilidades son infinitas!
Crear un huerto urbano no tiene por qué afectar a tu bolsillo porque en realidad requiere poca inversión. Puedes construir tu huerto urbano utilizando materiales de desecho, lo cual no es sólo bueno para tu economía sino también para el medio ambiente. Por ejemplo, para los recipientes puedes utilizar botellas de plástico o envases que ya no necesites, de manera que estás reutilizando materiales que de otro modo acabarían en la basura. Pronto te darás cuenta de que plantar en casa está al alcance de todos.
A continuación te damos algunas razones para crear un huerto urbano. Seguro que te convencerán para iniciarte en esta actividad tan saludable y gratificante.
Disponibilidad de alimentos seguros, de alta calidad y de temporada
A menudo se oyen casos de alimentos que en teoría eran seguros pero en realidad no lo son. Teniendo tu propio huerto siempre sabrás que lo que comes es 100% saludable y orgánico, sin productos químicos ni pesticidas. Además, son alimentos de alta calidad llenos de frescura y sabor, cosechados en el momento óptimo y producidos en el mismo lugar de consumo. Por último, consumirás los alimentos de temporada porque sólo podrás cultivar lo que te permita la estación, algo que influirá de forma positiva en tu salud.
Ahorro de dinero Ahorrarás dinero porque producir comida orgánica en casa es más barato que comprarla en el mercado. Todavía tendrás que comprar algunas pero la cantidad será menor.
Beneficio ambiental
Por si no lo habías pensado, el coste energético que implica el transporte de alimentos producidos lejos de su lugar de consumo es enorme. Además, la emisión de dióxido de carbono resultante del uso del combustible por los vehículos está contaminando y contribuyendo al efecto invernadero. Y tampoco podemos olvidar los materiales empleados para el almacenaje y embalaje, que además de conllevar un gasto de materias primas, está generando residuos. Con tu huerto urbano evitas estos impactos, contribuyendo a la protección del medio ambiente.
Incorporación de hábitos saludables
Tu huerto urbano te permitirá entrar en contacto con la naturaleza mientras sigues viviendo en la ciudad. Plantar en casa te permitirá cuidar de seres vivos, algo gratificante y que incluso elevará tu autoestima. Es también tu espacio de relajación y de disfrute. Una de las mejores terapias para combatir el estrés y ¡totalmente gratis!
Fuente de aprendizaje
El trabajo en el huerto te permitirá aprender sobre las plantas, sus ciclos de vida y las estaciones. Aprenderás también cómo cuidarlas de la mejor manera para que crezcan sanas y así puedas cosechar alimentos de calidad. Si tienes hijos, tendrás la oportunidad ideal para enseñarles de donde viene su comida y podrás hacerles partícipes del proceso de su producción. Además, les estarás educando en el respeto a la naturaleza y cuando sean adultos estarán más concienciados.
Fácil de realizar
No necesitas grandes conocimientos de jardinería, espacio, ni tiempo para llevarlo a cabo. En realidad es más sencillo de lo que imaginas, todo es ponerse.
Decoración para tu hogar
Las plantas que cultivemos no sólo nos darán alimento, sino también vida y color para nuestro hogar. Algunas de ellas pueden hacer la función de planta ornamental, con vistosas flores y hojas o aromas agradables, lo que dará un toque decorativo a espacios antes vacíos.
Posibilidad de crear un huerto comunitario
Si puedes convencer a tus vecinos para seguir tus pasos y disponéis de un terreno, ¿por qué no crear un huerto comunitario? Qué mejor manera que esta para salir del individualismo tan característico de la ciudad y compartir con tus vecinos. Una oportunidad para hacer amistades, fortalecer vínculos y aprender a trabajar en equipo. También es una bonita actividad para compartir en familia.
Inspirar a otros
Cuando tienes visita en casa siempre puedes aprovechar la oportunidad para enseñar tu huerto y dar a probar algunos de tus productos o incluso regalar alguna una planta. Seguro que a más de uno le entran ganas de iniciarse en el mundo de la horticultura, y quizás, te pida hasta consejo y orientación. Si finalmente lo hace, no habrá nada más satisfactorio que haber servido de inspiración para que otra persona se inicie en un hábito tan saludable y beneficioso para el medio ambiente. Cuantos más seamos los que nos iniciemos en la agricultura urbana, más estaremos contribuyendo a la sostenibilidad del planeta.
Y ahora que posiblemente te hayamos convencido para decidirte a montar tu huerto urbano, vamos a darte algunas indicaciones para que puedas empezar:
1. Ubicación y orientación
Busca un lugar de la casa al aire libre donde las plantas cuenten con el espacio adecuado para desarrollarse. Si no cuentas con un jardín o patio, puedes aprovechar un balcón o una terraza para crear un huerto vertical. Es un sistema muy práctico ya que te permite colocar varias plantas en una estructura vertical aprovechando el espacio al máximo. Es importante tener en cuenta la orientación ya que la exposición solar dependerá de esta. La orientación sur es la que más cantidad de sol recibe pero si no es posible en tu caso, puedes orientar tu huerto al este. Si no es posible tener ninguna de estas dos orientaciones, siempre podrás seleccionar plantas que no necesiten tanto sol. Al fin y al cabo los requerimientos de luz solar dependerán de cada especie.
2. Selección de especies
Para empezar, mejor prueba con plantas que requieren pocos cuidados, como son las aromáticas y medicinales, y más adelante podrás lanzarte con otras más exigentes como las hortalizas.
3. Cuidados diarios
Aprende los requerimientos específicos de cada especie en cuanto a agua, nutrientes y prevención de plagas antes de plantarlas. De esta manera tendrás mayores posibilidades de éxito.
4. Elección de recipientes
Si no disponemos de suelo, podemos recurrir a soportes o recipientes. Conviene elegir los que permitan mayor volumen de sustrato en función del espacio disponible que tengamos. Otros factores a tener en cuenta a la hora de elegir son: tamaño, peso, drenaje, altura (entre 10 y 20 cm suele ser suficiente, dependiendo de la especie) y material (el barro o la madera son mejores aislantes pero el plástico es más ligero y barato). Una de las opciones más interesantes es la mesa de cultivo, con distintas longitudes, alturas y anchuras. Si no dispones de suficiente espacio para ello, siempre puedes utilizar jardineras o macetas. Una alternativa interesante es utilizar materiales de desecho que van desde botellas de plástico a latas, pasando por tetrabriks, sacos y cajas de todo tipo. Y, si tienes mucho espacio, puedes utilizar ruedas, palets o hasta bañeras.
5. Elección del sustrato
Para seleccionarlo hay que tener en cuenta los siguientes aspectos: – Ligero, para que sea más fácil su transporte y el de los recipientes.
- Que sea poroso, para que el aire circule y se retenga agua . Esto influye mucho en el correcto crecimiento de las raíces.
- Capacidad de retención de nutrientes.
- Buena estabilidad, es decir, que mantenga sus propiedades durante largo tiempo.
Uno de los mejores sustratos es el compost, que es orgánico y contiene una mezcla de restos vegetales y estiércol. Hay un tipo de compost producido por la lombriz de California llamado vermicompost, el cual es muy apreciado por su alto contenido en nutrientes. Otro sustrato que reúne la mayoría de las características estructurales arriba mencionadas es la fibra de coco, pero aporta pocos nutrientes. Por las características complementarias de ambos, es una buena idea combinarlos en estas proporciones: 60% de fibra de coco y 40% de vermicompost.
6. Sistemas de riego
Utilizar recipientes exige regar más a menudo pero un exceso de agua puede provocar un lavado y pérdida de nutrientes. Por ello debemos ser precisos y tener en cuenta los requerimientos concretos de la especie, y así regar lo que corresponda en cada caso. Hay varios sistemas entre los que puedes elegir:
- Manual: Regadera.
- Goteo: Este sistema nos permite controlar la cantidad de agua y la frecuencia con más exactitud. Puede venir acompañado de un programador.
- Por depósito: Mantiene el sustrato húmedo permanentemente pero hay que llenarlos cada cierto tiempo.
7. Semillas
Utiliza semillas con certificación de producción ecológica que podrás encontrar en herbolarios, en internet o en redes de intercambio de semillas. Es importante que averigües las épocas de siembra de cada especie previamente. Hay dos formas de siembre:
- Directa en el lugar definitivo donde la planta va a crecer.
- En un semillero, para después ser trasplantadas al huerto.
Dependiendo de la especie se elegirá un método u otro, pues algunas son más vulnerables en las primeras fases de vida y necesitan más protección. Otra posibilidad es adquirir plantones en algún vivero, especialmente si eres principiante y quieres asegurarte que tu planta vaya a prosperar.
Una vez hayas montado tu huerto, tienes que mantenerlo. Aquí te dejamos algunos consejos para el día a día.
- Remover y abonar el sustrato, las plantas van agotando los minerales del sustrato poco a poco por lo que cada cierto tiempo tendrás que hacer una nueva aportación de compost. Puedes aprovechar para hacerlo al final de un ciclo de cultivo, momento en el que también conviene retirar la planta y remover el sustrato para evitar que se compacte y mejorar la porosidad.
- Riego, muy importante hacerlo siempre de forma adecuada de acuerdo a los requerimientos específicos de la planta y la época del año. Tan malo es regar en defecto como en exceso.
- Siembra, trasplante y cosecha, en la siembra es importante poner un buen sustrato, enterrar la semilla a la profundidad adecuada, regarla a menudo y protegerla de las bajas temperaturas. El trasplante debe hacerse cuando las plantas germinadas tengan varias hojas verdaderas y el primer riego en el nuevo emplazamiento debe ser abundante. La cosecha debe hacerse en el momento adecuado; para algunas especies es cuando los frutos están más maduros mientras que para otras es justo antes de madurar. Si recolectamos las hojas de la planta, estas se van cortando según necesitemos.
- Control de plagas, hay que estar siempre atento ante posibles plagas, y en caso de aparecer, combatirlas con remedios naturales evitando químicos que van a resultar tóxicos. Hay mucha información disponible sobre el tema que te puede resultar de utilidad. Lo más importante es actuar de forma preventiva utilizando buenos abonos, riego adecuado y aplicando algunas prácticas como rotaciones o asociaciones.
Con toda esta información ya estás listo para empezar a montar tu huerto urbano. Tómatelo como una actividad de disfrute y no pretendas hacerlo perfecto al principio. De cada error aprenderás algo nuevo hasta que obtengas los resultados deseados. No olvides que lo más importante es que el huerto urbano te va a permitir llevar una vida más sana mientras contribuyes a la sostenibilidad del planeta.
Crédito imágenes: Dasha Petrenko, Zoom Team, Alexander Raths, Alexander Raths, Romolo Tavani